1) No he escrito nada aquí porque no he tenido ganas. Tampoco tiempo, tampoco nada. Me siento muy mal. Recuerdo que mi amigo Ricardo, hace mucho tiempo, hace muchos años (yo aún estaba en la preparatoria) me decía que a él le gustaría un día convertirse en un animal e irse lejos, a vivir al bosque. No le importaba en qué animal, solo irse lejos y no tener esas manías que tienen los humanos; esa terrible manía de pensar, esa odiosa manía de llorar como maricas.
En ese entonces yo le daba la razón sin creérmelo totalmente.
Por fin comprendí exactamente a qué se refería. Iba caminando por la calle y me invadió el sentimiento: no es la primera vez que pasa en esta semana. El otro día, camino a mi casa, no podía dejar de llorar. Es estúpido porque no quería llorar, solo resbalaban las lágrimas y no se detenían. "llorar con los ojos".
Quiero convertirme en un animalito bondadoso, caer en manos de una viejita dulce que me cuide y dormir, dormir mucho. Descansar.
2) Todos los miedos que no quería ver llegar me están llenando las manos. Quiero convertirlos en pétalos, en ramos de flores y dejármelos a mi misma. No quiero que se acabe el día, ni quiero seguir comiendo soledad remojada, no quiero contar las cuentas del rosario pero tengo miedo de sumergirme en este vacío, en esta ausencia, en esta falta de todo. Me creo las mentiras que me dicen y beso a los muertos en la frente. Casi onírico, casi onírico, como la razón de amor: mi agua y mi vino se pelean en mi cuerpo, los encuentros con la persona querida son solo hojas secas, sueños abstractos y hay una paloma con un cascabel.
En ese entonces yo le daba la razón sin creérmelo totalmente.
Por fin comprendí exactamente a qué se refería. Iba caminando por la calle y me invadió el sentimiento: no es la primera vez que pasa en esta semana. El otro día, camino a mi casa, no podía dejar de llorar. Es estúpido porque no quería llorar, solo resbalaban las lágrimas y no se detenían. "llorar con los ojos".
Quiero convertirme en un animalito bondadoso, caer en manos de una viejita dulce que me cuide y dormir, dormir mucho. Descansar.
2) Todos los miedos que no quería ver llegar me están llenando las manos. Quiero convertirlos en pétalos, en ramos de flores y dejármelos a mi misma. No quiero que se acabe el día, ni quiero seguir comiendo soledad remojada, no quiero contar las cuentas del rosario pero tengo miedo de sumergirme en este vacío, en esta ausencia, en esta falta de todo. Me creo las mentiras que me dicen y beso a los muertos en la frente. Casi onírico, casi onírico, como la razón de amor: mi agua y mi vino se pelean en mi cuerpo, los encuentros con la persona querida son solo hojas secas, sueños abstractos y hay una paloma con un cascabel.
Y siempre estoy bajando la mirada.
3) Estar ahí es sentir que mueres cada día, pero es mejor que mañana: mañana sentiré el vacío.
4)"Yo no quiero estar entre locos, señaló Alicia.
Oh, no puedes evitarlo, dijo el gato. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco, tú estás loca.
-¿Cómo sabes que estoy loca?, preguntó alicia.
Debes estarlo, dijo el gato, de otra forma no estarías aquí".
No me dejes sola.
