lunes, febrero 25, 2008
La Gatomaquia
¡Oh cuanto puede un gato forastero,
y más siendo galán y bien hablado,
de pelo rizo y garbo ensortijado!
Siempre las novedades son gustosas:
no hay que fiar de gatas melindrosas.
¿Quién pensara que fuera tan mudable
Zapaquilda crüel y inexorable,
y que al galán Marramaquiz dejara
por un gato que vio de buena cara,
después de haberle dado
un pie de puerco hurtado,
pedazos de tocino y de salchichas?
¡Oh, cuan poco en las dichas
está firme el amor y la fortuna!
¿En qué mujer habrá firmeza alguna?
¿Quien tendrá confianza,
si quien dijo mujer dijo mudanza?
(...)
(Que amor enfermo a condolerse inclina),
paseaba el tejado y la buharda
de aquella ingrata cuanto hermosa fiera.
Quien ama fieras, ¿qué firmeza espera?
¿qué fin, qué premio aguarda?
Algunos versos que me han parecido curiosos y que también me han gustado de lo que llevo leído de la Gatomaquia de Félix Lope de Vega. Soy su ferviente admiradora, que no fan, pues eso es cosa de bobos y suena mal. (Se nota la influencia? )
Etiquetas:
De libros y cachibaches.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 dichos:
Suave . Me acordé de:
Yo tenía un gato
murió, murió.
Mi madre dijo que dormía
mentía, mentía.
¿Por qué me regalaron un gato?
¿Por qué mejor no me dieron un zapato?
A Bola de Nieve. Lisa Simpson.
Publicar un comentario