domingo, junio 29, 2008

¡Detrás de los balcones se esconden maricones, destrás de las persianas se esconden las lesbianas!!

El sábado se abrió el cielo por los rayos del sol que iluminaban la mañana. Yo estaba bien cruda y Raúl y Daniel. En algún momento de esa espléndida mañana Daniel se fue al trabajo y Raúl y yo despertamos por gracia santa de su despertador y una leve patada que le di. Me levanté, prendí el baño, leí las noticias en la lap, me hubiera gustado tomar un café. Luego Raúl se despertó, me fue a buscar al desayunador y preparó un humilde, pero bien alimenticio desayuno con lo que había. Vimos la hora, habíamos puesto el despertador una hora antes de que iniciara la marcha por el orgullo lésbico gay bisexual transexual trasvesti y transgénero, pero ya se nos había hecho muy tarde. Me bañé, me vestí y medio me arreglé porque no llevaba muchas cosas y aún no tengo cosas en el departamento (sólo lo básico: cepillo de dientes, una toalla, un par de zapatos, una falda) Raúl se bañó y como ya era muy tarde, preparamos los últimos detalles para esperar la marcha en la alameda central: un sombrero con brillantina color fiusha y dorado, unas orejas de gato, una bufanda de miles de colores, unos lentes de sol y la cámara. Después de un berrinche que hice porque mi cámara no llevaba pilas y el romántico desenlace que tuvo (digo, supongo que nos queremos mucho como para dejar que chingaderas sin importancia nos afecten y perdón por la palabra, pero es con todo respeto) llegamos a bellas artes y nada. Esperamos en la glorieta y nada. Después de un rato de hacer suposiciones sobre la organización de las lesbianas y los gays, apareció el batallón gay de la policía. Luego vinieron más policías y empezaron a llegar. Un ciclista fue el primero en llegar e iniciar la marcha. Llegaron muchas personas y muchos frentes y comunidades: las familias diversas, el evangelio desde la diversidad sexual, la comunidad judía gay, etc. Lazaban besos, repartían abrazos y llevaban todos una sonrisa de satisfacción. El ambiente era muy festivo: llegaron personas con tambores, bailando, haciendo volar enormes banderas que se colocaban en sus brazos y las agitaban. Había maquillaje, colores, alegría y sensación. Tomé fotos a mil gentes que preparan año con año un atuendo diferente que mostrar para hacer presente que están orgullosos de ser y de ese día poder vestirse como quieren e igual ligarse a alguien en el camino. Demostrar que tan bella puede ser una mujer o que tan original puede ser la creatividad en cada persona. Por desgracia (aunque no pudo ser mejor y además ¿a quien le importa?) hacía muchísimo sol y muchísimo calor, peor hubiera sido que lloviera supongo pero creo que lo más importante es que ni el sol ni en algún caso la lluvia hubieran podido apagar nada; el ambiente estaba tan prendido que algunos que iban sin camisa o con poca ropa no se agüitaron por el quemante sol que ya había hecho estragos en su piel. Yo también me quemé un poco y Raúl ni se diga, parecía que su nariz era un pequeño camarón.
Me sorprendió que mientras caminaba con toda la marcha sentí tal alegría y tal orgullo de participar en un movimiento así, que estaba caminando con mucha seguridad y las personas lo notaban. Los mirones sabían que eras parte de la marcha y presuponían que eras o lesbiana o travesti y tomaban fotos! a mi! Yo iba con orejas de gato, lentes con brillitos y una bufanda de miles de colores y no era nada extraño. Es decir, no era nada especial junto a tantas personas que se veían fabulosas y aún así, me tomaron fotos, me grabaron, unas gatitas me chulearon y algunos viejos mirones me gritaban miau y mishu y cosas así. Es sorprendente como cuando le tienes tanto cariño a un movimiento, cuando te integras a él y sientes el mismo orgullo que los demás al estar ahí, puedes SER de tal manera que realmente te sumerjas en el ambiente y los demás lo reconozcan y lo sientan por igual. Me sonrieron muchas personas, otras me dieron la mano y me invitaron a muchos lugares, no sólo bares, sino a iglesias y demás. Me tomé fotos también con unos vaqueros muuuy guapos, me tomé fotos con unas geishas, me tomé fotos con unos chicos que tenían unos antifaces hermosos y me enamoré de una lesbiana. Así de simple, la adoré. Una cosa hermosa esa mujer, con ella sí perdía jaja, aunque sé que no soy yo, me gustó mucho. En total tomé como 119 fotos y todas me gustan. Subí 70 de mis favoritas al flickr donde pueden verlas si gustan (el link está en la barra lateral) y subo aquí mis seis fotos favoritas y las que yo siento que son parte de un momento que me hizo muy feliz. Gracias por el confettie, gracias por los abrazos, gracias por los toqueteos en el zócalo, gracias por las fotos a todos los que me permitieron tomarlas y gracias a Raúl por acompañarme y por amarme.





El orgullo de la marcha


Novias con orgullo


Solidaria, como debe ser.


Ea, vaqueros



Bellas artes con un arco de colores y alegría.

Raúl con dos bellezas.

 

Blog Template by YummyLolly.com