que no escribía algo por acá. No he tenido tiempo ni ganas, soy sincera. Estoy agobiada por tanta tarea y trabajos y reseñas y reportes y proyectos y exposiciones que ya no tengo cabeza para pensar en el blog. Quería subir las fotos que tomé con la cámara Zenit, pero tengo que escanearlas y ese trabajo se lo encomendé a mi amiga Adita, pero como está tan apurada como yo (o más porque ella lleva seis materias) pues no ha podido y yo entiendo.
Mi ponencia fue un éxito. Si, fue hace más de un mes ¿y que? quería presumir. Estuvo lindo, leí, me puse nerviosa (aunque no tanto como en Guanajuato) y me felicitaron. Aprecio sobretodo la felicitación de Rubén, quien me dijo que mi ponencia había sido la mejor de la mesa: Rubén es de esas personas muy inteligentes que no todo les gusta, por lo cual, fue un buen halago. Sin embargo, la ponencia tiene su historia: la hice para una clase con Rodilla (una de mis profesoras favoritas en el mundo y modelo; esta mujer es una eminencia en literatura) y trataba sobre la libra astronómica y filosófica de Sigüenza y Góngora. Rodilla me criticó mucho mi trabajo, así que para la ponencia decidí revisar algunas partes. Sin embargo, el jueves en la noche, decidí rehacer por completo la ponencia, dejando lo mejor y sólo lo mejor y reescribiéndola para dejar más claro el objetivo y que fuera más amena. Me desvelé, pero valió la pena, realmente quedó mejor.
De momento voy bien con todas mis materias, pero tengo que corregir algun trabajo para mandarlo al foro internacional de Sonora. Las vacaciones me servirán para leer, corregir, escribir y descansar.
Ahorita mismo debería estar haciendo un reporte de lectura sobre Nájera y aquí estoy, perdiendo el tiempo, zaz.
Me encanta trabajar bajo presión. Un profesor nos decía hoy que hay que hacer los trabajos lo mejor posible, tanto como si fueramos a publicarlos. Recordé que hace poco más de año y medio, no me importaba sobre qué hacer los trabajos o qué tan bien quedaran siempre y cuando tuviera mi calificación. El primer trabajo con el que me apasioné fue uno sobre el cid, qué ironía. Este trabajo lo leí en Guanajuato y rescato algunas cosas de Bellow. Es fresco, tiene una buena hipótesis y una base teórica. Aún tengo que revisarlo, pero me parece muy bueno. Con este trabajo, digo, comprendí que el hacerlos bien no sólo deja una satisfacción moral (saber que lo estás haciendo bien) o una buena nota, sino también se trata de escribir, de pensar, de crear. Me cuesta mucho más trabajo realizar un proyecto ahora, pero es algo que me encanta hacer.
Ahora mismo estoy pensando en los temas para dos trabajos: uno sobre escritores mexicanos del xix y uno sobre literatura española del xix. Para el primero consulté un poco al tío Mauricio quien me orientó bastante, debo reconocerlo. Y el segundo tendrá algo de música...
De momento tengo que regresar a trabajar.
Mi ponencia fue un éxito. Si, fue hace más de un mes ¿y que? quería presumir. Estuvo lindo, leí, me puse nerviosa (aunque no tanto como en Guanajuato) y me felicitaron. Aprecio sobretodo la felicitación de Rubén, quien me dijo que mi ponencia había sido la mejor de la mesa: Rubén es de esas personas muy inteligentes que no todo les gusta, por lo cual, fue un buen halago. Sin embargo, la ponencia tiene su historia: la hice para una clase con Rodilla (una de mis profesoras favoritas en el mundo y modelo; esta mujer es una eminencia en literatura) y trataba sobre la libra astronómica y filosófica de Sigüenza y Góngora. Rodilla me criticó mucho mi trabajo, así que para la ponencia decidí revisar algunas partes. Sin embargo, el jueves en la noche, decidí rehacer por completo la ponencia, dejando lo mejor y sólo lo mejor y reescribiéndola para dejar más claro el objetivo y que fuera más amena. Me desvelé, pero valió la pena, realmente quedó mejor.
De momento voy bien con todas mis materias, pero tengo que corregir algun trabajo para mandarlo al foro internacional de Sonora. Las vacaciones me servirán para leer, corregir, escribir y descansar.
Ahorita mismo debería estar haciendo un reporte de lectura sobre Nájera y aquí estoy, perdiendo el tiempo, zaz.
Me encanta trabajar bajo presión. Un profesor nos decía hoy que hay que hacer los trabajos lo mejor posible, tanto como si fueramos a publicarlos. Recordé que hace poco más de año y medio, no me importaba sobre qué hacer los trabajos o qué tan bien quedaran siempre y cuando tuviera mi calificación. El primer trabajo con el que me apasioné fue uno sobre el cid, qué ironía. Este trabajo lo leí en Guanajuato y rescato algunas cosas de Bellow. Es fresco, tiene una buena hipótesis y una base teórica. Aún tengo que revisarlo, pero me parece muy bueno. Con este trabajo, digo, comprendí que el hacerlos bien no sólo deja una satisfacción moral (saber que lo estás haciendo bien) o una buena nota, sino también se trata de escribir, de pensar, de crear. Me cuesta mucho más trabajo realizar un proyecto ahora, pero es algo que me encanta hacer.
Ahora mismo estoy pensando en los temas para dos trabajos: uno sobre escritores mexicanos del xix y uno sobre literatura española del xix. Para el primero consulté un poco al tío Mauricio quien me orientó bastante, debo reconocerlo. Y el segundo tendrá algo de música...
De momento tengo que regresar a trabajar.
6 dichos:
Afortunadamente todos andamos en la aceleración total... y digo afortunadamente porque el ocio fomenta los malos pensamientos, jaja
¡Muchas felicidades!, tantos logros, merecidisimos por cierto... y ahora soy yo quien solicita se haga un tiempo en su tectónica agenda para que nos veamos antes de 2009 ¿no?
Saludos.
Eso siempre pasa... al principio a uno le importa el número pero después se debe al esfuerzo y a reconocer a los verdaderos profesores para que se entienda lo que podemos hacer.
Ayy qué bien debió estar aquello.
yo ya no tengo aceleraciones pero ando haciendo investigación jeje uuyy..
bueno que estés bien, un abrazo.
qué raro eso de arriba... digo mi nombre cambiado.
Te felicito . Sé lo que te costó poder entrar a esa escuela y tal vez por eso estás obteniendo los resultados de tu trabajo. Me dan gusto tus progresos.
Calendarios raros, los de tu escuela
Hey, amigo Sergio, ya sabes que siempre hay un lugar en la agenda para un café contigo. =)
Orquidea: que bueno que andes en la investigación, por cierto, te mando también un abrazo y gracias por pasearte en este casi desierto blog.
Ernesto: hermano, querido hermano, tú eres de las pocas personas que saben cuanto sufrí con esas cosas. Aún falta mucho por hacer, pero gracias por el apoyo, siempre es reconfortante para el corazón.
Daniel: mi muy Querido, ya sabes que esto de la escuela así es, pero ya estoy de vacaciones, ya hay tiempo para otras cosas. Te mando un fuerte abrazo y un gran beso.
Publicar un comentario