jueves, noviembre 24, 2011

I'm just paying my rent every day in the tower of song



1.- Unamuno, Diario íntimo ed. Folio
Odysseas Elytis, Dignum est
Carl Sandburg, Cornhuskers
T. S. Elliot, collected poems
James Joyce, Ulises 2 tomos
Yanis Ritsos, Fedra
Ossip Mandelstam, Canciones de Voronezh

2.- Estoy escribiendo un artículo sobre Brueghel el viejo y Auden, exactamente sobre Museo de bellas artes Me gustaría hacer la traducción y publicar el artículo. Donde? no lo sé, cuando? tampoco... como? mucho menos, pero sé que puedo publicarlo. Todavía no lo termino. Tengo toda la idea general y me gusta la forma en que estoy arreglando el eje, pero siento que le falta algo y no sé qué es. La verdad es que siento que le falta prosa. Es decir, la universidad me arruinó la prosa para los ensayos y es algo en que estoy batallando mucho. Demasiado académico para ser literario, demasiado literario para ser académico. El caso es que soy muy simple en lo que quiero decir, pero quisiera tener una prosa tan buena como la de Raúl. Mi idea es enseñárselo a H. H. para que me lo corrija y ver cómo puedo solucionar mi problema. Trabajé cuatro horas, casi cinco en tres cuartillas. Tres cuartillas bien hechas, pero faltan correcciones, falta filo, falta trabajo. Claro, el trabajo no fue de "tres cuartillas" exactamente, escribí 12 cuartillas. Escribí nueve, borré siete, reescribí cinco, borré dos. Al final quedaron tres bien peinadas cuartillas, bien peinadas para darles la paliza final. La crítica y anotaciones. Después de esa paliza, la calma: corrección, volverlas a poner bonitas, pero ahora con la noción de humildad. Y aún así, uno no termina. Tengo un ensayo que he trabajado durante años. Al fin me gusta más, pero no está del todo terminado. Y pienso, claro que si, publicarlo pronto. Voy a empezar a sacar todos mis ensayos, si los arreglo todos los que tengo, podría juntar un libro. Un libro pequeño, por supuesto y requeriría todo el trabajo del mundo, pero sé que lo lograría, sobretodo porque ahora escribo más y tengo tiempo para hacerlo. Si, es una buena idea. Un libro de ensayos, con todos los ensayos que tengo. Sobre esas páginas, Brueghel y Auden, el mio Cid, Fray Luis, Nájera y Altamirano de la mano, Sigüenza y Góngora, Becquer, Mallarmé, Aristóteles y Alfonso Reyes perseguidos por un Tolstoi, Felisberto con un "regalito" para Ana Clavel, José Martí con la bella Carolina Otero, otro de Felisberto Hernández y sus Hortensias, wow, no lo había notado pero tengo mucho material. También creo que tengo uno sobre Roberto Arlt y me gustaría escribir algo sobre Shakespeare.
Si, es una excelente idea. Armaré un libro de ensayos. Decidido. Y escribiré uno sobre Max Aub y otro sobre Pavic para completar. Después, lo sacaré a ver cómo, no importa.

3.- Ahora que recuerdo, tengo mucho trabajo. Todo lo que hago, no quiero que se quede como una nota al margen o un bonito archivo de texto. No. Me gustaría expandirlo a algo. Es decir, tengo un inicio de novela que va en 30 páginas y que planeo expandir a por lo menos 150, para dejar una novelita. Tengo cuentos cortos, de una página y hasta tres, pero con ellos si no puedo hacer nada, al menos no por el momento. La poesía, va bien, pero necesito escribir más. No he podido sentarme a escribir poesía desde hace dos días, por dios. Tengo que escribir algo de teatro, que no tengo ni idea, pero si empiezo, me sigo de corrido. Tengo unos monólogos que hice para una clase con Tere Dey y me gustan mucho, van sobre Shakespeare, pero no puedo hacer mucho con ellos. Mi favorito, por cierto, es el que hice sobre el Rey Lear (mi obra favorita del bardo), el cual incluso podría ser un cuento. Como sea, el que mucho abarca poco aprieta y eso me da miedo. Mi meta del próximo año es centrarme en una sola cosa, y ser la mejor en lo que escoja. La mejor, no más, no menos.


So you can stick your little pins in that voodoo doll
I'm very sorry, baby, doesn't look like me at all
I'm standing by the window where the light is strong
Ah they don't let a woman kill you not in the tower of song 


4.- Mi canción favorita de Leonard Cohen es Tower of song. Verán, a veces así me siento. Escribir es un oficio solitario, por más que los escritores se paseen por los escenarios y tengan twitter y sean estrellas del facebook... es un oficio solitario. A veces me encuentro que estoy en un lugar sola, donde yo misma me puse. Desde mi torre, veo la torre de Raúl. Él también escribe, vivimos juntos y cada quien está en su torre. Veo a Ada Pantoja, tiene un hijo, tiene un esposo y tiene una torre como la mía. En su torre hace traducciones, hace poesía y es hermoso. En mi torre leo libros, escribo, planeo, hago traducciones de los poetas que me interesan. En la torre de Raúl vuelan las hojas de sus artículos, los poemas, los cuentos. De vez en cuando bajamos de la torre y comemos juntos, tomamos té. Mi torre está más derrumbada y a veces no llega el sol... but hey, i'm just paying my rent every day in the tower of song


5.- Por cierto, el sábado 26 de noviembre en "Poesía en el Tarragona" estaremos leyendo Ada Pantoja, Raúl Aníbal Sánchez, Daniel Espartaco y Mariana Orantes. La cita es a la 18:30hrs en el Bar Tarragona (Álvaro Obregón, casi esquina con Tonalá, colonia Roma) la entrada es libre pero habrá que consumir... si quieren.


5.- He comprado varios libros y ahora que me cambie de casa, regalaré muchos. Enviaré algunos a los amigos distantes, otros se irán con los amigos cercanos. Los que más quiero o me gustan, se quedan conmigo. Así que aprovechen, amigos, que estoy de oferta. Cuando uno pierde y siempre pierde, cuando uno es despojado, robado o asaltado, aprende a dejar ir las cosas materiales. Lo mejor que he visto es a cierto amigo/hermano aventar por la ventanilla de un taxi su propio Blackberry y demostrar que no vale nada. Cuando le das la mano a un amigo y ese amigo termina por ver qué te puede robar, no es amigo, ni es una buena persona, ni nada. Al que sólo le interesa ver qué obtiene "en su beneficio", sin ver a quién lastima, o de qué forma se beneficia es hipócrita. Lo único que les deseo es que les sea de provecho. Pues les gusta comer las migajas de lo que uno deja atrás. Porque lo necesitan, y a saber que lo necesitaban tanto, igual y hasta mis libros se los habría dado (y mi ropa también)...Dice Raúl "capaz que hasta se pone tu ropa" y no lo dudaría, pero qué triste y qué halagador. Recordé este amargo pasaje porque ayer fuimos a una librería...no, fuimos a dos librerías, una, la primera, muy pequeña situada cerca de insurgentes. Estuve revisando libros y mi espinazo se erizó cuando vi varios libros que estaban entre los que se quedaron en aquella ocasión. Me dieron escalofríos al ver los libros, en verdad. Sentí que algo no estaba bien en el universo y por un brevísimo momento, pensé en comprarlos. Pero no, no, pensé que no era lo correcto. ¿Para qué?... pero me hizo pensar que lo más seguro, que el destino más seguro de nuestros libros (y apelo a lo triste que era que entre aquellos libros estuvieran libros de la infancia de Raúl, libros que yo le regalé con tanto cariño, libros de personas que murieron ya, libros que nos hicieron felices y que ni siquiera los valorarían de ésta forma, porque para ellos son sólo una bola de libros que nosotros no merecíamos, nuestro "castigo divino" o la estúpida idea de "justicia poética"que sólo se atreven a pensar los estúpidos) pero me pierdo, reanudo: el destino más seguro era que nuestros libros fueran vendidos. Vendidos a una librería de viejo y que les dieran 20 pesos por algún libro que marcó nuestras vidas. Pues si, seguramente nuestros libros serán vendidos, porque deben ser como una ligera molestia, un triste recordatorio de la poca dignidad que guardaron, todo metido en una caja o en un librero, pero siempre incomodando por lo que significan. Los libros significan y juzgan y ven. Tolstoi se recela, Pushkin te ve con asco, son como el cuervo de Poe... nunca jamás. Ese será el destino de esos pobres camaradas.

La segunda librería me recordó lo efímero que es todo en el mundo. Más se perdió en la guerra. Después de todo, se pueden quedar con cosas de tu infancia, es cierto y duele, porque es tu historia, tus cosas son tu historia, pero también es bueno dejarlas ir. Porque al ver el lado positivo, se llevaron muchos malos recuerdos, malas historias que existían, que estaban en el alma misma de esas cosas. Mala suerte, porque sí estaban cargadas de maldad, de resentimientos, de peleas. Y aunque había muchas cargadas de amor, esas son inofensivas. Así que lo pienso. Qué bueno que se las llevaron, tal vez por eso hemos tenido este año tan buena suerte en todo lo que hacemos, porque no tenemos esa pesadez de cargar con el pasado: pobres de ellos, cargan el pasado de alguien más y hay un ángel en cada cosa cargada de amor o de resentimiento que les reclama a su alma. "Todo ángel es terrible" y cargar con el ángel ajeno que toca a la puerta o con el ángel caído ajeno que toca bajo la cama, en los armarios... para que sientas el peso del otro cuando vuelves del trabajo, cuando no encuentras alivio, cuando todo es pesado. La mala suerte que se quedó ahí, que llevaba años ahí, generaciones. Como el sombrero de Tinita, que tenía añísimos... alguien se lo quedó y ¿qué pasará cuando Tinita regrese por su sombrero? o sabían que Tinita no tuvo muy buena suerte? ahora les toca cargar con eso... es como el diablo de la botella. Y no me había dado cuenta hasta que visité esas dos librerías, fue como visitar los dos extremos, los dos lados de la moneda. Y la moneda gira en el aire, ¿a qué demonio te encomiendas? hay tres.

 

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