Diálogo de las cosas ocurridas en Marian.

-Diablo de mujer que eres, Mariana.

-¿y que me dices de Luna Menta?

-Es una pobre solitaria.

- ¿y de Maravillas?

- Es la literaria

-¿y quien es Brisluna?

-la que lapidaron como puta en una plaza pública.

-¿y p0ko?

-es un conejo que llegó a creer en la amistad y por eso se murió el muy imbécil.

- ¿ y Marianita miau?

- es la loca que lee en voz en alta los versos de Gatilaso.

- ¿y de todas no hacemos una?

- hacemos una que siempre mete la pata, que siempre quiere hacer un jardín cuidando
lágrimas ajenas y termina regando los ajenos con lágrimas propias.

-¿porque está triste Luna Menta?
-porque cada vez está más sola, figúrate que hace unos meses se enteró de que un amigo suyo muy amado lo mataron con 60 puñaladas y ella no pudo hacer nada; porque hace un mes que saltó su niña hermosa y ella no pudo hacer nada. Por más que se trenzó las manos, no pudo hacer nada. Y no se ha sentado a llorar y nadie la consuela, porque están muy ocupado.

-¿porque están ocupados?

-Se ocupan de lanzarle piedras en la plaza pública a Brisluna. Es una putita que no entra en razones, que manda besos, que hace bromas y la lapidan. La putita llora porque le duelen. Los hipócritas que están detrás de bambalinas se hacen los santos mientras salen a escena con máscaras de ser lo que no son y susurran a los oidos de los mártires que ella es una putica que no los deja, que tira mierda, que es mala. Pero no ven que no le han crecido ni los pechos, no ven que es una niña.

-¿y que piensa hacer Maravillas?

-Maravillas se va a esconder en citas de libros que no afecten a nadie. Ya le cortaron la lengua y en las manos tiene una enfermedad mortal. No quiere escribir poesía, pero le sale porque a veces necesita instantes en donde morir. Maravillas se esconde en los libros, se esconde en citas, se esconde en palabrejas más pasadas y añejas no se le pueda reconocer ningún error, ninguna falla. Ella ya no puede escribir porque siempre que escribe lastima. Sus dedos más parecen víboras que dedos y ella no quiere eso, ella quiere que sus manos acaricien y se da rendida al placer de quien la veta.

-¿y la miau va a seguir rocanroleando?

-siempre.

- Y por fin Mariana, diablo de mujer que no atina a hacer nada bien, ¿que vamos a hacer? yo aún te tengo fe y no quiero perder el corazón, pero duelen todas estas cosas, duelen mucho. Duele la frialdad, duele estar enferma, duelen las malas intenciones, duele que no entiendan, duele algo y duele mucho, duele la sentir que otra vez me equivoqué. ¿Qué hacer, Marian? Marian... Marian... así te dice el loco ese perdido, es poeta que a veces nos escucha, pero que está demasiado demente para consolarnos. Marian, me dice mi amigo. ¿Qué hacer Marian? (a veces en la noche pregunta ¿estás triste Marian? y a veces lo afirma: Marian, estás triste) ¿Qué hacer Marian?

-Marian, se acerca el invierno ruso y no nos alcanzarán.