Ya tengo mis boletos para Sonora. Ya quiero irme :D Voy a actualizar todos los días y tomaré muchas fotos, lo prometo. En fin, mi ponencia ya está lista, falta hacer maletas, organizarse y cosas así. El 14 de febrero me la pasé muy bien. Raúl y yo nos subimos en la máquina del tiempo y regresamos vestidos como en los años 60. Él con una chaqueta de cuero, yo con un vestido a go go, botas altas y crepé. La verdad me veía muy bien.
Antes de subirnos a la máquina del tiempo tuve una catarsis: es cierto, no me va bien. Es cierto, no somos santos. Es cierto, a veces no nos sale... ¿y qué? las personas que no nos importan lo suficiente como para darles un lugar en nuestra vida o para tratarlas de manera digna, se quedan ahí y nosotros seguimos juntos. Él me ayuda, nunca me ha dejado sola, nunca ha dejado de apoyarme: yo creo en él, lo ayudo como puedo y buscamos desesperadamente salir adelante. No somos buenas personas porque tenemos nuestros errores, pero tampoco somos malas personas porque no deseamos expresamente hacerle daño a nadie.
Él escribe en este momento y lo miro fumar. A veces lo ayudo a corregir, y él me pone atención. A veces despierta enfermo y lo cuido. A veces despierto enferma y me cuida. En la noche a veces Benito quiere salir y él abre la ventana. A veces me trae un vaso de agua. A veces yo salgo a las 11 de la noche a buscarle en una tienda abierta algo para el malestar. Él me consuela, por las lágrimas que duelen y yo me quedo a su lado, sin dejarlo solo.
El 14 de febrero fue una fecha más. Una de esas fechas en que nos divertimos como enanos y donde la crueldad puede estar presente. Sólo somos gatos, si pueden entenderlo.
No es necesario que sea 14 de febrero para sentirnos enamorados, ni tampoco importan las malas intenciones, que con el tiempo quedarán lejanas y podridas, como lo que siempre han sido: nosotros seguimos juntos, nos preferimos y a quien le pese.
**Sonoraaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!
Antes de subirnos a la máquina del tiempo tuve una catarsis: es cierto, no me va bien. Es cierto, no somos santos. Es cierto, a veces no nos sale... ¿y qué? las personas que no nos importan lo suficiente como para darles un lugar en nuestra vida o para tratarlas de manera digna, se quedan ahí y nosotros seguimos juntos. Él me ayuda, nunca me ha dejado sola, nunca ha dejado de apoyarme: yo creo en él, lo ayudo como puedo y buscamos desesperadamente salir adelante. No somos buenas personas porque tenemos nuestros errores, pero tampoco somos malas personas porque no deseamos expresamente hacerle daño a nadie.
Él escribe en este momento y lo miro fumar. A veces lo ayudo a corregir, y él me pone atención. A veces despierta enfermo y lo cuido. A veces despierto enferma y me cuida. En la noche a veces Benito quiere salir y él abre la ventana. A veces me trae un vaso de agua. A veces yo salgo a las 11 de la noche a buscarle en una tienda abierta algo para el malestar. Él me consuela, por las lágrimas que duelen y yo me quedo a su lado, sin dejarlo solo.
El 14 de febrero fue una fecha más. Una de esas fechas en que nos divertimos como enanos y donde la crueldad puede estar presente. Sólo somos gatos, si pueden entenderlo.
No es necesario que sea 14 de febrero para sentirnos enamorados, ni tampoco importan las malas intenciones, que con el tiempo quedarán lejanas y podridas, como lo que siempre han sido: nosotros seguimos juntos, nos preferimos y a quien le pese.
**Sonoraaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!
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