lunes, abril 18, 2011

Hagas lo que hagas, ponte bragas

1.- El sábado pasado comenzó el quinto remate de libros en el auditorio nacional. Por supuesto que fui, jejeje. Estuvo bien el remate, fui con Raúl, Dan, el presidente XX Lagger y ya. Compramos varios libros muy bonitos, entre ellos varios libros de poesía, unas novelitas, un libro de cuentos de Virgilio Piñera (me gustan sus artículos y sus poemas, ahora leeré sus cuentos) y una antología de cuentos de Azerbaidján. También de cuentos compré uno de David Foster Wallace, porque el otro se me fue. El anterior me gustaba, se llama La niña del pelo raro y venían cuentos buenos. Este se llama Extinción y no sé cuando tendré tiempo de leerlo, con todo lo que tengo que leer. En poesía compramos de Villaurrutia, Ashbery, una antología muy bonita de Lumen y cosas así. Aunque pienso regresar por algunos que dejé ¬¬ en fin. Hace unos días leía un libro de Raúl que no se fue porque lo tenía yo (jeje) y se me había olvidado llevárselo. Es un libro de A. Pizarnik, una antología muy bien hecha del fondo de cultura, con estudio introductorio, fragmentos inéditos (hasta entonces, me imagino) pues el compilador viajó y se encontró con su hermana quien le facilitó dibujos, escritos y cosas así. Así pues, las ilustraciones son dibujos de la Pizarnik. También vienen poemas de otros autores que le escribieron cuando ella murió. Pero en fin, lo estaba leyendo y se me ocurrió hacer un ensayo sobre la Pizarnik. No es mi escritora favorita, ni mucho menos, pero es buena. Hay algo ahi, algo. Sé que a muchos les gusta porque se suicidó y el cuate del estudio introductorio menciona lo del bluff y cómo su muerte logró consolidar su obra, pero yo creo que hay algo más y lo voy a escribir. Ojalá que no la vieran sólo como un ícono del suicidio o la tristeza, porque en ese sentido creo que ella fue más egoista y más cabrona. En fin, escribiré el ensayo, si, después de arreglar el ensayo sobre el poema del mio Cid (ponencia que presenté en Guanajuato y que este año, si, si, este año, vuelvo a presentar en otro congreso) sólo que quiero quitarle todo lo académico y dejarlo más literario.

2.- He tenido sueños raros, muy raros. Los dos últimos no los contaré porque son íntimos y no sé, tampoco tienen pies o cabeza, son más como momentos y sensaciones, propios pues de la poesía. Pero este no sé. El sueño comienza que estaba yo en un cuarto con Raúl y platicábamos. Entonces llegaba una señora muy vieja a decirme que una chica había llegado (por cierto, una chica con la que hace poco tuve un incidente muy triste, pero bueno) y que estaba como rara. Raúl me decía que me fuera y yo le decía que no, que mejor sería hablar con ella. entonces salía a una sala donde había juguetes y cosas así, con ventanas grandes y cortinas ligeras. Ella estaba en un sillón, uno pequeño para ser más precisos y se veía muy mal. Estaba llorando y lo que más más más recuerdo es su cabello rizado cubriéndole el rostro. De ropa, pues una playera negra, pantalones de mezclilla negros deslavados, tenis converse, un cinturón de esos rockers y pulseras. Como unas cinco o seis pulseras en un brazo, en el otro dos o tres. Cuento los mínimos detalles, porque me asombra que pueda recordar tantas cosas de un sueño. Puedo describir incluso un olor dulzón, como de perfume o más bien, de colonia o agua impregnado hace tiempo en la ropa. Yo me acerqué y ella con su agresividad característica se apartaba y me miraba con mucho rencor. Me da risa esta parte, por lo que hice en el sueño. Bueno, le invité un café. Exactamente le dije que comprendía su tristeza y que porqué no íbamos por un café al Jekemir, pues ahí hacen mi café favorito. Y ya, íbamos al Jekemir, tomábamos café, caminábamos por insurgentes y todo tenía como un color azul. Después yo regresaba sola, preguntándome cómo era tan fácil que yo dejara sus insultos de lado. Y bueno, si, es fácil. Si lo piensas, es fácil. Muchas personas en mi vida han sido la mar de agresivas y me han culpado de cosas que no he hecho, después de un tiempo pues sólo queda resignarse. Todo cae por su propio peso. Y también me ha pasado que cuando me olvido de todo, mucho tiempo después, las personas que me inculparon o que me insultaron o cosas así, me han pedido disculpas. Otras no, por supuesto, no es infalible. Pero a lo que quiero llegar es que tengo muchas cosas que hacer, tengo cosas que escribir, tengo que leer, tengo que retomar mis carreras por el bosque, tengo que cuidar a mis gatos y ahora viviendo con Raúl, tengo que cuidarlo y tengo que aprender a vivir con él. No tengo tiempo para preocuparme por los errores de otras personas. Es cierto, es como los osos blancos de Tolstoi, no puedes dejar de pensar si tú mismo te dices "tengo que dejar de pensar en osos blancos" no lo logras. Eso se logra con tiempo y sobretodo, con trabajo. Yo tengo que seguir adelante. Tal como lo dije abajo: Tengo que tomar un tren por la mañana, me voy muy lejos y no quiero despedirme. Pero si por causas del destino (arrieros somos y en el camino andamos) tengo que decidir... siempre elegiré invitar y tomar un café en el Jekemir, porque la vida es sueño y los sueños, sueños son.

3.- Tenía otro tema que quería tocar, pero ya fue mucho. No se me olvidará y para el siguiente post lo retomo. Mariana, recuérdalo. Mejor dejo un video que me da mucha risa joa!



4.- Hagas lo que hagas, PONTE bragas


El comercial de Almodovar que está en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.

Hace unos días lo vi con unos cuates, ya ni me acordaba, jajaja, está bien chido.


Estoy en racha, por cierto. ¿Ya lo dije?

2 dichos:

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

Nel, amor, si uno no es santa teresita (de jesus), a la chingada con las crazybitches alucinatorias ambulantes. Yo no vuelvo a dejar que ningun psicopata del tipo se meta en mi vida, ni para un café, ni por un vaso de agua. Osea, yo no le presto mi bici ni para ir a la tienda.

Mariana Orantes dijo...

Después de lo que hablamos amor, creo que tienes razón. Pinche gente rara :S

 

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