viernes, abril 08, 2011

Pájaros

1.- Todavía hay gente buena allá afuera...

Bueno, en el post anterior comentaba como hace dos años perdí mis archivos porque mi laptop se descompuso. La mandé arreglar pero nanais. El caso es que hace unos días me contactó un señor quien dijo tener el disco duro de mi laptop, con tooooda la información y estar dispuesto a regresármela. Bueno, pues qué mejor, le respondí y hoy me prestó un disco duro para que yo pasara mi información. Hablamos un rato y resultó ser un gran tipo. Raúl estaba con nosotros. De repente el señor nos habló de cómo es mejor hacer bien las cosas, que él no ganaba nada con guardar la información ni con eliminarla, finalmente el no me conocía. Pero viendo los archivos supo que eran importantes, que eran recuerdos, que eran fotografías, que eran trabajo escrito que me tomó años, que eran cartas a las que dediqué tiempo, que era música que me dieron amigos que jamás volveré a ver. Se dio cuenta de que parte de mi historia estaba ahí. Él me lo dijo: ¿cómo podría alguien quitarle a otra persona algo que le importa? bueno, él, un desconocido me buscó sin nada que ganar y me prestó un disco duro para que yo tuviera una pequeña parte de mi historia personal. Lo siento, para toda la gente que robó parte de la historia personal de toda una familia o de un supuesto amigo o de alguien a quien según se le respeta, a quien lastimó deliberadamente a terceras y cuartas personas que no tenían nada que ver, no tienen perdón de Dios. A los culos ni Dios los quiere. Este señor es una gran persona. Estuvo a punto de morir y tiene una historia increíble. También me dijo: ¿A que santo se encomendó que me salvó la vida sólo para que yo le regresara sus archivos? Yo quería responderle: a San Benito. Y es cierto. Cuando Benito se perdió, lo encomendé a San Benito y puse la cruz de San Benito en mi blog. Aunque tengo otros santos favoritos (como San Francisco o Santa Teresa, o al que me encomiendo todos los días, por ser el patrón de los escritores: San juan de la Cruz) a San Benito le tengo en un rinconcito especial porque así se llama mi gato y según dicen por eso está encomendado a él, ergo, él me hizo el milagrito de que regresara Benito sano y salvo. Por otra parte, no soy religiosa o católica en el sentido meramente estricto y chafa. Soy religiosa en tanto que me encanta la biblia como literatura y me encanta San Juan de la Cruz, Santa Teresa y amo con locura y pasión a Fray Luis. Y con Fray Luis experimenté un verdadero arrebato místico leyendo uno de sus poemas. Y no es tontera, es la verdad: leía yo una de sus odas, de repente él empieza a hablar sobre lo sublime y sobre visiones. Y zaz que me viene una ola de sensaciones, tuve un mareo muy fuerte, la vista se me nubló, la respiración se hizo tan profunda que el corazón lo sentía aprisionado, como si el pecho lo apretara sin que doliera. El verdadero sentimiento de lo sublime me invadió. Lo comprendí después, cuando me recuperé. Yo estaba temblando y fue una gran experiencia. Aunque dudo que alguien lo entienda, no me preocupa. Sólo así se aprecia a Fray Luis. De él tengo, por cierto, un ensayo sobre su poema "En la ascensión". Sé que siempre prometo, pero bueno, ya subiré una parte. Ese ensayo lo leí en Sonora hace dos años.

2.-Por cierto que hablaba hace unos días con unos cuates, sobre lo misóginas que pueden llegar a ser las mujeres. Es curioso, pero es cierto, a veces quien más prejuzga, presiona, delimita e incluso acusa con dedo inquisidor a las mujeres, son otras mujeres. Es muy triste porque también he visto a mujeres difamar a otras sólo para justificar sus acciones llenas de vileza y justificar además las acciones de algunos hombres (acciones muy bajas). Se vuelven títeres amaestrados. ¿Eso no es misoginia? si, y son miras cortas. Lo digo porque soy una terca insufrible. Soy la persona más terca del mundo y cuando algo me indigna lo digo y lo digo. Le doy vueltas porque en la espalda de las miras cortas, en la falta de respeto al otro y en la castración por todos los medios, viajan muchos muertos, lo cual es una desgracia. A uno de mis mejores amigos lo mataron por ser gay. A muchas mujeres las matan sólo por ser mujeres. Estoy segura de que dos o tres personitas (si, en diminutivo) les gustaría que me pasara algo malo, sólo por ser lo que ellos se han formado en la cabeza. Habría que pensar un poquito más, antes de usar cualquier tipo de violencia. Por eso nuestros alrededores se desmoronan cada vez más. José Angel, my dear, nunca voy a dejar de denunciar la falta de seso que tienen las personas. Lástima que tú, artista en todos los sentidos, la tuviste que pagar. Hace más de dos años y siempre te tengo presente, amigo.

3.- Buscando en los archivos viejos de la laptop, encontré una carta que nunca mandé. No pensaba escribir este post hoy, pero luego pensé que sería lindo subir la carta. Es una carta muy emocional que le esccribí a Raúl en el 2009 y que nunca le mandé. No sé si se la di a leer o si sólo la guardé. No lo recuerdo. Pero aquí estaba y me gustaría que ahora la leyera (feliz cumpleaños, vida de mi vida), porque tengo boca de profeta: estamos juntos, tenemos una casa pintada y dos gatos.


17 de agosto 2009

Bicho:

Bicho, mi querido bicho. Bicho, mi amado bicho. Hace un par de días que no escucho que me llames por mi nombre de Bicho. Bicho, mi adorado bicho. Estoy sola en la casa y lo que quería escribirte era una carta larga, muy larga, tan larga como esta ausencia con cola. Quiero también que sea una carta que te guste, que sea literaria, que sea honesta para que nunca la olvides, para que nunca la pierdas de vista. No sé que tanto pueda escribir en una carta, siempre he tenido problemas con eso. Hay quien escribe cartas como diálogos y tienen sus mañas, sus lecciones aprendidas y parece que te están hablando. Personas que escriben cartas como cuentos, como crónicas o como mentiras inocentes. Yo no sé escribir grandes cartas. Y siempre lo intento porque tú me inspiras a escribir mucho, me inspiras a que te quiera contar todo lo que pienso, digo, soy, quiero. Esta ausencia que me corta y que me duele tanto, me tiene aquí escribiéndote en un teclado donde no funcionan muy bien las teclas. El domingo pensé que no había matado a nadie, pero ya no estoy tan segura. ¿Dónde estás bicho? Me siento perdida en un cuarto, todo está muy oscuro, demasiado oscuro y siento un peso en el corazón que me hace no querer mover ningún músculo, ninguno, incluso ese del pecho. Pasa el tiempo. Pero no sé, a veces creo que son engaños. El tiempo es un miedo que siempre he tenido y que ahora no sé como controlar. Cuando estoy contigo el tiempo es dulce, no hay muerte y el viento es fresco cuando salimos a pasear. Miro atrás, yo me enamoré de ti y ahora parece que estoy en el mismo lugar. Tienes que creerme, te amo. Esta carta es lo más honesto que te he escrito y que tal vez te escriba y no sé porque. Tal vez porque el tiempo convierte en mentiras el pasado y no por lo que hayan sido, ni por lo que fueron, sino porque ya no están. Te amo. Pero no te amo como hace seis días, ni como hace un mes, ni como hace un año. No te amo como te amaba hace cuatro, casi cinco años. En algún momento pensé que ese amor había sido mejor pero ahora, con los ojos en tus manos te lo digo: este amor que siento hoy por ti no puede ser mejor que en ningún momento. Es el más grande, el más sincero, el más arrepentido, el más honesto, el más verdadero que jamás en mi vida he sentido, por nada y por nadie. Y la próxima semana juraré que el amor que siento el domingo por ti, es mejor que el que siento hoy lunes. Lo sé porque cada vez me pasa. De alguna forma lograste tener mi corazón en tu mano y mi alma parece que ama vivir más contigo que conmigo.

Raúl, te he escrito muchas cartas a lo largo de estos años. Siempre las escribo con la esperanza de que en una de ellas leas algo que te convenza de que te digo la verdad.

Y en estos años te he visto saltar, llorar, abrazarme cuando tienes miedo, huir, caerte, cambiarte los zapatos, avergonzarte: eres más humano de lo que piensas; eres bueno, eres la mejor persona que conozco y la mejor persona que pude haber soñado. Eres la única persona que quiero conocer hasta los huesos y que quiero que me conozca hasta las lágrimas del alma. Esto que siento por ti es muy en serio.

En estos días todo en mi interior funciona para darme esperanzas.

¿Te acuerdas que te conté una vez de una película donde a través del dibujo de una casa dos niños se encuentran para quererse y reconfortarse mutuamente? Eso quiero. Quiero una casa dibujada con polen para encontrarte siempre. Una casa con ventanas donde el sol entre temprano y me deje verte al despertar. Quiero una casita pintada con hojas de naranjo y si me dejas recordarte un poco a Pavic, una casa pintada con té. Una casa donde me encuentres cantando, haya cerveza y dos gatos. Y que nada nos dañe, que no exista la muerte, que no crezca la tristeza.

La imagen, sin dejar de ser egoísta, es una imagen hermosa. Y creo que podemos ser un poco egoístas, cuando tú me quieras sólo para ti y yo te quiera sólo para mí.

Pero no me dejes sola dentro de una casa cerrada que se incendia.

Toma de mis manos mis poemas y hazlos polvo. Toma de tus manos mis ojos y hazlos ceniza de flores quemadas: jacintos, azucenas, iris, nomeolvides. Déjame besarte en la noche y guardarte el sueño. Entreteje mis lágrimas y úsalas de talismán. Mira la ventana, mira tus manos, los dos tenemos tiempo.


Vuelve pronto amor, te extraño demasiado. Yo no quería lastimarte, nunca lo he querido. Recuerda mi nombre y el nomeolvides que cultivaste en mi espalda para florecerlo en las noches donde me hacías el amor y regresa pronto, te extraño. Cuídame la imagen en el rostro de las nubes y no llores, no tienes porqué hacerlo. Te amo más que a nada, más que a nadie y muerdo si me lo pides.

Esperanza: créeme que en esta carta te digo toda la verdad

Tu Mariana, sólo tuya y con amor. Siempre de ti, el tuyo Bicho.


 

Blog Template by YummyLolly.com