jueves, junio 02, 2011

¿Quien lanza primero?

1.- No había podido escribir porque tuve muchísimas cosas que hacer. Fue la semana de presentar muchas cosas y bueno, pues de escribir tres a ocho cuartillas diario, no pude escribir aquí. Arreglé el pequeño poemario para la clase, se llama En la guerra hay un baldío y me gustó mucho como quedó. También terminé las primeras 25 cuartillas de la novela y ufff, felicidad, ahora voy por la segunda corrección. Don bicho me ayudó muchísimo y la verdad, él en estos días me ha acompañado y apoyado muchísimo. Gracias. Y además, ya tengo matrícula en la UACM :D first we take Manhattan, then we take Berlín

2.- He tenido altibajos, pero sobrevivo. El libro de Edmond Jabes lo leí como tres veces en realidad. La primera parte la releí porque me encantó, luego regresé en la segunda parte y me quedé atorada de tanto que me impactó. Releí la segunda parte y avancé a la tercera, regresé a la segunda y repetí la tercera como dos veces. La verdad, no quería que terminara. Estuve un poco triste porque sentí que no terminaría lo que debía hacer. Aunque uno de los proyectos no resultó como quería (y fue porque a la hora de presentarlo surgieron cosas, pero la verdad es que estaba muy bueno) cumplí con todo y eso me hace sentir bien.

3.- Por otro lado, ahora comienzan las vacaciones. yey. Cosa que no me va a tocar disfrutar porque yo aún debo asistir todos los días a la UAM :( aunque eso me dará tiempo para escribir en el servicio :) Además, estamos felices (más que felices) porque Leonard Cohen ganó el premio Príncipe de Asturias. Lo amamos.

4.- Por cierto que recordé uno de los libros de L. Cohen que le regalé a Don Bicho en Navidad hace dos años. Fue un libro por el que me partí el lomo y bueno, los cácaros se lo quedaron, pero ahora ya ni eso importa: aprendimos de su poesía y siempre tendremos sus canciones :) los libros, después de todo, si no los lees, si no aprendes humanamente de ellos y si no los superas, no sirven de nada. Dejé ir todo lo que me molestaba en ese sentido. No les perdono la traición, porque hay cosas que no se perdonan, pero se pueden dejar ir, incluso así. ¿De qué sirve hacerse el mártir y perdonar a gente que ni siquiera necesita el perdón, o perdonar sólo para mostrarse como en un show para "ver que los demás te vean" si tú misma no entiendes la esencia de dejar ir? El perdón es algo íntimo y se gana con el tiempo. A veces aunque perdones a todo el mundo con palabras tan vacías como tus acusaciones (porque para perdonar a los cuatro vientos, primero tuviste que acusar de igual forma), si no te perdonas a tí mismo, con aceptación en tu propio mundo extraño, menos lograrás perdonar a los demás porque esto es una fuente y todo mana de un sólo lugar. Deja ir y cuando estés listo, perdona. No antes, no acuses, no te muestres... éso sólo es vanidad urgida, egoísmo disfrazado de clemencia y merece más pena de la que te puedes llenar. El arte mismo no perdona esa mentira.

5.- Ahora que leí el libro de la hospitalidad, pensé mucho en eso. Siempre he sido extranjera. A veces me comparaba a mí misma con un judío errante, porque no sabía en dónde iba a pasar la noche y cómo no lo sabía, cargaba con todo lo que necesitaba: desodorante, ropa limpia para tres días, crema, libros para leer, algo para escribir, cosas curiosas, un bastón, un sombrero. Mis arreos son las armas, mi descanso el pelear. Prácticamente podía montar un puesto con todo lo que llevaba. Siempre lejana, incómoda. Lo que uno más quiere (y yo lo comprendo) es la hospitalidad. Sólo en dos lugares he encontrado esa hospitalidad: en la casa de mi abuela, cuando ella vivía y en casa de Dannyboy. Lamento decirlo, pero de casa de mis padres me han corrido de tres a cuatro veces y en otros lados ni se diga. Tanto así que la última vez me despojaron de muchas cosas, eso no es hospitalidad. Y lo que más quiero es tener un lugar para brindar esa hospitalidad. Mi lugar, mi pequeño rincón, mi agujero en la pared. Pero mi corazón también tiene hospitalidad, abre el mundo, pero es sincero, es duro con quien no lo merece, con los falsos.

6.-Otra faceta de la hospitalidad es reconocer. Reconocerte a tí mismo dentro de tus acciones y reconocer a los demás. Nunca es bueno juzgar, ni lanzar una piedra a quien no conoces, no es bueno creerse mártir, hacerse la víctima cuando has hecho tanto o más daño. Es simple e hipócrita creerse tan magnánimo que puedes usar los nombres de otras personas para escudar tus errores. Lo que no quieres que se diga ni que se sepa, no lo digas, no lo grites, no lo presumas por las calles mientras lloras como víctima. Pues cuando el eco te caiga sobre la cabeza, culparás a quien no debes y no reconocerás ni tus acciones, ni las de nadie. Eso no sirve. Hay una vida que vivir y mejor aún, la hospitalidad todo lo abarca, para no perderse.

7.- "Cuando un hombre descubre sus faltas, dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, dios las descubre; cuando las reconoce, dios las olvida".

Así, abro mi pecho al tirano ¿Quién lanza primero? cuando dejé de flotar me hundí tanto y tan profundo, que te atrapé (si, te atrapé) porque todo es transparente y mis manos están en el agua. Donde yo nado...


¿Quién lanza primero?
Piedras han de sobrar
mira el ojo ciego
el que juzga se escuda en su propia maldad

Te he visto atacando dormida
dormir puede ser una parte de olvidar

¿Quien corta el aire?, para que pueda entrar
fe en los extremos
para que sirva de algo debe dañar

Te he visto jadeando dormida
dormir puede ser una parte de olvidar

¿Quién puede ser la victima
sin ser victimario? secreto calvario
el que juzga se escuda y debe dañar

Te he visto morderme el alma
morder puede ser un intento de escapar

Me dejé engañar cuando estaba sembrando en el mar
y al rescatar cada gota dejé de flotar
tan profundo fui, no me puedes ver
asi te pude atrapar, cosechando en el mar

Lucybell

1 dichos:

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

De nada, Bicho, de nada. Aquí siempre a la orden, mientras seamos tan recíprocos y enamorados como siempre.

 

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