1.- Sobre los días:
En estos días he vivido cosas extremas sentimentalmente hablando. Desde regaños, discusiones, hasta flores de todas formas y amores. El otro día, sábado creo, fui con mi Raúl a Garibaldi. Estuvimos ahí, bien y me compró flores. Hace mucho que no lo hacía y me hizo sentir divina. Es decir, primero llegó una mujer vendiendo globos enormes con forma de flor, cosa muy cursi y me compró una por la situación de la mujer y estuvo bien. Entonces me mira a los ojos y me dice que me quiere regalar flores; me toma de la mano y vamos a buscar flores. Vemos a un señor que vende rosas. Raúl sabe que me gustan las rosas blancas, aunque jamás se lo había dicho, él sabía y sabía que yo iba a pedir las rosas blancas. Fue hermoso. Me sentí enamorada de nuevo y una cosa muy rara, sentí eso de grabar el momento tan vívido que aún lo saboreo.
Voy a leer una ponencia en un congreso. Creo que será divertido. Mi ponencia es sobre el poema de mio cid. La voy a leer en la universidad de Guanajuato. Será una buena manera de empezar mis tan ansiadas vacaciones... y claro, voy con mi amor, si no ¿cómo aguantaría tanta presión?
2.- Sobre lo que pienso:
Cada vez voy dándole más forma a mis trabajos finales. Si todo sale bien, de ahí saldrán otras dos ponencias, pero quien sabe, es confiar demasiado... aunque tengo lo de Lope de Vega si me gana el tiempo y no tengo nada para el ENELL, que en verdad quiero participar.
Creo que hay un concepto de que las personas tenemos un dolor permanente. Este dolor permanente puede calmarse con la presencia de otra persona, de algún amor, sea filial o de pareja, no importa. La verdad es que eso es una mariconada, pero funciona bastante bien en el efecto dramático y funciona en la música... ¿porqué será...?
3.- Sobre lo que me molesta:
Me molestan las personas cobardes, sobretodo. Creo que nunca había conocido a una persona tan cobarde en toda mi vida y eso me repugna aún más. Todas estas situaciones tan absurdas por las que mi corazón parecía quebrarse por el lado de la amistad, eran una falsedad. Mi dolor es mejor que cualquiera de estos hechos tan vulgares conducidos por la cobardía. Es una tontería. Yo pensé que era diferente, pero no, es cobardía pura. Enfrentándome a otras personas en el pasado, me hicieron temblar porque ambas nos quedamos firmes, y nos enfrentamos en algún momento y pudimos descansar las armas. Cerramos eso roto y podrido que nos había hecho daño o por lo menos yo sí lo hice, gracias a que al menos había un gramo de valor en lo que se enfrentaba. Pero así, con alguien tan cobarde ¿qué se puede pensar? que todo fue un gran chiste y que gracias a eso debe ir al olvido, no merece más.
Todas estas situaciones tuvieron una gracia y al menos le dieron a alguien poco agraciado la suficiente ilusión como para subirle el autoestima, que lo necesitaba bastante.
Yo por mi parte crezco y soy un árbol de raíces dulces y de hojas tiernas y soy morena, pero amable, hijas de jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón.
Las cosas pasadas, todo aquello que pensamos que ganamos que al menos podemos regodearnos, resulta falso. Es una trampa de los sentidos, del no hacerse ver lo que es. Todo al final se estrella en el suelo como la lluvia e igual se pierde entre tantas gotas; pero lo esencial es por lo que vale la pena abrir los ojos y continuar. Es importante dejar atrás lo que hemos sido y perdonarnos, para ver a quien amamos con nuevos ojos.
Yo no soy una buena mujer, ni él es un buen hombre y en nuestras imperfecciones radica la esencia del entendimiento que es razón para la compasión en los ojos y el amor en los momentos de sombra.
Aquí queda zanjado, aquí se van en el agua otras gotas iguales. Aquí sólo nos queda lo que nos queda, lo imperdible.
Aquí tengo al hombre que amo y aunque no lo merezca, mis manos esculpirán el tiempo perfecto de los besos que tengo. Y que venga, que me bese con los besos de su boca, por que buenos son sus amores más que el vino.
Aquí dejo todo lo que tenía que decir. Agur.
En estos días he vivido cosas extremas sentimentalmente hablando. Desde regaños, discusiones, hasta flores de todas formas y amores. El otro día, sábado creo, fui con mi Raúl a Garibaldi. Estuvimos ahí, bien y me compró flores. Hace mucho que no lo hacía y me hizo sentir divina. Es decir, primero llegó una mujer vendiendo globos enormes con forma de flor, cosa muy cursi y me compró una por la situación de la mujer y estuvo bien. Entonces me mira a los ojos y me dice que me quiere regalar flores; me toma de la mano y vamos a buscar flores. Vemos a un señor que vende rosas. Raúl sabe que me gustan las rosas blancas, aunque jamás se lo había dicho, él sabía y sabía que yo iba a pedir las rosas blancas. Fue hermoso. Me sentí enamorada de nuevo y una cosa muy rara, sentí eso de grabar el momento tan vívido que aún lo saboreo.
Voy a leer una ponencia en un congreso. Creo que será divertido. Mi ponencia es sobre el poema de mio cid. La voy a leer en la universidad de Guanajuato. Será una buena manera de empezar mis tan ansiadas vacaciones... y claro, voy con mi amor, si no ¿cómo aguantaría tanta presión?
2.- Sobre lo que pienso:
Cada vez voy dándole más forma a mis trabajos finales. Si todo sale bien, de ahí saldrán otras dos ponencias, pero quien sabe, es confiar demasiado... aunque tengo lo de Lope de Vega si me gana el tiempo y no tengo nada para el ENELL, que en verdad quiero participar.
Creo que hay un concepto de que las personas tenemos un dolor permanente. Este dolor permanente puede calmarse con la presencia de otra persona, de algún amor, sea filial o de pareja, no importa. La verdad es que eso es una mariconada, pero funciona bastante bien en el efecto dramático y funciona en la música... ¿porqué será...?
3.- Sobre lo que me molesta:
Me molestan las personas cobardes, sobretodo. Creo que nunca había conocido a una persona tan cobarde en toda mi vida y eso me repugna aún más. Todas estas situaciones tan absurdas por las que mi corazón parecía quebrarse por el lado de la amistad, eran una falsedad. Mi dolor es mejor que cualquiera de estos hechos tan vulgares conducidos por la cobardía. Es una tontería. Yo pensé que era diferente, pero no, es cobardía pura. Enfrentándome a otras personas en el pasado, me hicieron temblar porque ambas nos quedamos firmes, y nos enfrentamos en algún momento y pudimos descansar las armas. Cerramos eso roto y podrido que nos había hecho daño o por lo menos yo sí lo hice, gracias a que al menos había un gramo de valor en lo que se enfrentaba. Pero así, con alguien tan cobarde ¿qué se puede pensar? que todo fue un gran chiste y que gracias a eso debe ir al olvido, no merece más.
Todas estas situaciones tuvieron una gracia y al menos le dieron a alguien poco agraciado la suficiente ilusión como para subirle el autoestima, que lo necesitaba bastante.
Yo por mi parte crezco y soy un árbol de raíces dulces y de hojas tiernas y soy morena, pero amable, hijas de jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón.
Las cosas pasadas, todo aquello que pensamos que ganamos que al menos podemos regodearnos, resulta falso. Es una trampa de los sentidos, del no hacerse ver lo que es. Todo al final se estrella en el suelo como la lluvia e igual se pierde entre tantas gotas; pero lo esencial es por lo que vale la pena abrir los ojos y continuar. Es importante dejar atrás lo que hemos sido y perdonarnos, para ver a quien amamos con nuevos ojos.
Yo no soy una buena mujer, ni él es un buen hombre y en nuestras imperfecciones radica la esencia del entendimiento que es razón para la compasión en los ojos y el amor en los momentos de sombra.
Aquí queda zanjado, aquí se van en el agua otras gotas iguales. Aquí sólo nos queda lo que nos queda, lo imperdible.
Aquí tengo al hombre que amo y aunque no lo merezca, mis manos esculpirán el tiempo perfecto de los besos que tengo. Y que venga, que me bese con los besos de su boca, por que buenos son sus amores más que el vino.
Aquí dejo todo lo que tenía que decir. Agur.
1 dichos:
Que salga muy bien lo de la ponencia.Saludos.
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