miércoles, agosto 17, 2011

Día 2: uno que se haya demorado mucho en leer

Uno que se haya demorado mucho en leer:

Un relato policiaco
de Imre Kertész



Debo aclarar algo: me encanta el estilo de este señor. Cuando leí Sin destino me quedé enamorada de su particular punto de vista (fresco) sobre un tema que parecía manejado y llevado a veces hasta una cursilería absurda. Demoré mucho con este libro no porque tardara meses o porque el libro fuera de mil millones de páginas. No. Es un libro muy pequeño y para su grosor, tardé mucho. Un mes, si, es mucho. Tardé porque quería leerlo completo en un día. Así que lo agarraba, leía media hora y algo me interrumpía. La frustración de no tener ni dos horas en paz, eso es. Luego, lo volví a empezar. Una y otra vez. Casi me aprendí el principio y entendí cosas que en la primera lectura no me quedaban muy claras.

Tuve que desistir de la idea absurda de leerlo todo en un día.

Esta no es una historia donde al final lo que se plantea se logra, no. Desistí y lo disfruté muchísimo. Cuando me deshice de esa idea loca, avancé y lo leí rápido, pero para entonces ya llevaba un mes con él y debía regresárselo a su dueño. Como sea, jamás terminará de estremecerme la forma en que Kértesz ahonda en la maquinaria de lo perverso, de la tortura. En Sin destino es muy claro, dice algo así (no tengo la cita exacta): él veía como engañaban a las personas para quitarse, por su propia mano, sus artículos personales. Entonces el narrador dice que se imagina a quienes diseñaron esa estrategia sentados en una mesa tomando café, discutiendo la forma del engaño. En Un relato policíaco el figurín diseñado para la tortura y su adaptación a tamaño real dentro de un cuarto diseñado para "esas cosas" hablan de lo mismo. La conciencia del humano para crear formas de tortura o para destruir algo, alguien. Terrible. Después de leer el libro, quedé triste más o menos por unas dos semanas. Es una buena experiencia, la recomiendo.
 

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