Lo siento, de veras. Discúlpenme pero tenía que hacerlo porque soy bien pinche ñoña :(
Y esta nota pertenece al reto lelo de 30 libros
Día 1: Uno que leyó de una sentada
Alquimia de Tendajón
de Charles Simic
Éste es un libro de poesía que, además de leerme en una sentada, literalmente me cambió la vida. Charles Simic hace una relación entre lo que ve, siente, las evocaciones que le surgen y el arte de Joseph Cornell. La idea es transformar lo que el mundo piensa que es basura y convertirlo en una obra de arte. La suciedad del cajón, la mariposa muerta, el pájaro que yace en la banqueta y del que sólo quedan los huesos. Eso a nivel de cosas. Pero también están los otros que se volvieron deshechos y que son por sí mismos una obra de arte: el mismo Joseph Cornell dentro de su vida ordinaria, la mujer de la esquina, el mismo poeta. Y claro, también deja lugar para las evocaciones: esto me recuerda a tal obra de Cornell, mira la bailarina, la muñeca en llamas. En algún momento los dos comienzan a fundirse dentro de los poemas de Simic: si por esta calle caminó Cornell, después camina Simic. ¿Y qué tal si se encuentran un día?.
Es un libro que te hace apreciar las relaciones artísticas y las baratijas que muchos consideran innecesarias. Tal vez hablar de camisas, calcetines, medicinas o algodones en los oídos de un boticario parezca nimio, pero el arte es capaz de transformarlo todo.
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