El sol pálido se
refleja sobre un charco
El
ojo de Dios parpadea y la muerte, su pequeño burócrata
Con
un dedo regordete señala
Los
árboles
Las
casas
Los
adolescentes que hace poco se entregaron al amor
Detrás
de mi hombro
Presiento
su mirada
(Aquí
estoy
De
nuevo entre tus calles)
Tengo
el atuendo gris
Y
bajo un cielo gris
Intento
esconderme del ojo divino
1 dichos:
Un excelente poema, sobre todo lo del atuendo gris.
Saludos y letras
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